Palabras que describen sensaciones,
sensaciones que no se describen por palabras,
qué difíciles son de escoger,
y aún más se acentúa su dificultad cuando no se sienten abrasando tu piel.

La profundidad para abarcar un todo se rige por el grado de intensidad con el que se vive.
Sin esa intensidad será imposible gozar plenamente o sufrir la mayor de las tristezas. Qué cruel ironía, sin esa intensidad te ves destinado a sentir levemente los momentos que te rodeen.

Exaltación y tormenta, o tranquilidad y aceptación para ambas. Aún siendo dueño de los caprichos del momento y sabedor de su importancia es de anhelo el verse sorprendido en alguna ocasión.

Al final, lo importante es saber saborear los pequeños momentos de tranquilidad que te depara el día a día, esos que suelen pasar desapercibidos pero que si te das cuenta aprenderás a apreciarlos como grandes momentos.


Xavi.